Cómo mejorar las dinamicas de tu equipo durante la pandemia
Covid 19 ha puesto de manifiesto la capacidad de resiliencia de los humanos, pero también nos ha arrojado de lleno en un ambiente de incertidumbre en el que el compromiso de la fuerza laboral es más necesario que nunca, y al mismo tiempo más frágil por el riesgo de aislamiento y sobrecarga.
Una buena forma de comenzar a incentivar ese compromiso es fomentar el liderazgo individual. El papel de un buen líder es el de hacer grandes a los demás, alejarse de la competitividad y centrarse en el empuje de cada uno de sus miembros.
Para que esto ocurra cada miembro del equipo ha de tener la ocasión de realizar su propia evaluación de liderazgo:
Cuáles son mis potenciales y fortalezas, en qué soy bueno. Desde ahí cómo puedo apoyar en estas áreas a mis compañeros. Hacerme consciente de mis habilidades y procedimientos de forma que pueda transmitirlos para ganar efectividad y proximidad con los demás.
Cuáles son los campos de mejora en los que debo trabajar, y quién considero dentro del equipo que puede ayudarme. Desde esta posición de humildad pedir ayuda a la persona que consideremos más adecuada.
Una vez alcanzadas estas conclusiones y puestas al servicio del grupo, el líder ha de fomentar y recordar a su equipo una serie de recomendaciones:
- Comunicar de una forma no violenta, ya que, sin este paso previo, nos es mucho más complicado trabajar y empatizar con las de los demás. Realizar peticiones claras y concretas, (sin dobles mensajes ni indirectas) y no exigencias sobre la forma de cubrir estas necesidades.
- Gestionar el conflicto de una forma natural (forma parte de las relaciones humanas) y aprender a confrontarlo y gestionarlo, sin recurrir al victimismo, la agresividad ni la indiferencia
- Estar abierto a la posibilidad del error como fuente de aprendizaje y no como disminución de mi valor personal.
- Aprender a dar y a recibir un feedback que sume
- Agradecer y reconocer los éxitos y las contribuciones ajenas
Queda claro que no siendo, ni queriendo ser expertos en todo, cada miembro debe aportar y recibir, no sólo a nivel de conocimientos, sino también a nivel humano para que la experiencia en el día a día, en el fluir y crecer del equipo sea continuo y motivante, además, por qué no, divertido y enriquecedor.
